Preparación del sustrato
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Preparación del sustrato para pavimentos y superficies de hormigón
La calidad y durabilidad de los revestimientos, recubrimientos o impermeabilizaciones de suelos depende de la calidad del sustrato. Por tanto, la preparación profesional del sustrato no es un paso opcional, sino una necesidad esencial en la construcción moderna, especialmente cuando se trata de preparar hormigón o solado. Crea la base definida sobre la que los sistemas posteriores pueden adherirse con seguridad y cumplir su función de forma fiable durante años. Los procesos como el fresado, el esmerilado y el granallado son métodos mecánicos establecidos de preparación de sustratos que se utilizan para preparar de forma óptima sustratos como el hormigón, la solera o el asfalto para la aplicación de nuevas capas. Este artículo arroja luz sobre los aspectos técnicos de estos métodos de renovación de sustratos y su importancia para arquitectos y propietarios de edificios que valoran la máxima calidad de mano de obra y una preparación sólida para los revestimientos de suelos.
Método de preparación mecánica de sustratos
La selección del método adecuado para la preparación del sustrato depende del tipo de sustrato, su estado, las capas que deben eliminarse y los requisitos del sistema posterior.
Fresado: Eliminación y perfilado eficaces del sustrato
- Principio: El fresado del subsuelo consiste en la eliminación sustancial de material mediante tambores de fresado giratorios equipados con herramientas de carburo o diamante (discos de fresado). La profundidad de penetración y, por tanto, la extracción de material pueden ajustarse con precisión.
- Procedimiento: La fresadora es guiada sistemáticamente sobre la superficie a procesar. Dependiendo del tamaño de la máquina y de las herramientas, se pueden conseguir diferentes patrones de fresado y velocidades de eliminación. Es esencial un potente sistema de extracción para recoger directamente el polvo y el material fresado.
- Campos de aplicación: Eliminación de revestimientos antiguos gruesos (p. ej. resina epoxi, PU), capas de solado dañadas, restos de adhesivo o compuestos de nivelación; eliminación de altura excesiva y desniveles; creación de ranuras o perfiles definidos. El resultado es una superficie muy rugosa y perfilada, una forma intensiva de preparación del sustrato.
Lijado: Alisado y preparación fina de sustratos
- Principio: El lijado de superficies utiliza discos de lijado giratorios con segmentos de diamante o PCD (diamante policristalino). El lijado es abrasivo, por lo que la rugosidad del resultado se controla mediante el tamaño de grano de los segmentos de diamante. Ideal para lijar hormigón o solado.
- Proceso: Las lijadoras se guían sobre el sustrato en tiras. Se distingue entre lijado en seco y en húmedo. Las máquinas modernas también disponen de un eficaz sistema de extracción de polvo. Cambiando el tamaño de grano, es posible pasar del lijado basto al fino.
- Campos de aplicación: Alisado de superficies de hormigón y solado; eliminación de revestimientos más finos, marcas de color, capas sinterizadas o restos de adhesivo; lijado y amolado de zonas irregulares; preparación para revestimientos de capa fina o solados vistos (aspecto terrazo). El resultado suele ser una superficie más lisa, pero definida y abierta, dependiendo del tamaño del grano.
Granallado: Rugosidad superficial óptima para hormigón y solado
- Principio: En el granallado, pequeñas bolas de acero (granalla) se lanzan a gran velocidad sobre la superficie mediante una rueda de granallado. Al impactar, eliminan las partículas sueltas, la suciedad y la capa superior de mortero fino (piel de cemento) y crean una rugosidad superficial definida.
- Procedimiento: La granalladora se desplaza sobre la superficie. El abrasivo circula: Se lanza hacia arriba, rebota, se aspira junto con el material eliminado, se separa del polvo y se vuelve a introducir en el proceso. Esto permite preparar el suelo prácticamente sin polvo.
- Campos de aplicación: Preparación primaria de superficies de hormigón y solado antes de aplicar revestimientos (EP, PU), selladores o compuestos de nivelación; eliminación de la capa de cemento (lechada), irregularidades finas, suciedad y marcas de pintura antiguas; desbastado de superficies lisas para mejorar el agarre. El resultado es una superficie muy limpia y uniformemente rugosa con un perfil de adherencia óptimo, esencial para la resistencia a la tracción del adhesivo.
Ventajas de la preparación del sustrato
La preparación mecánica del sustrato realizada por profesionales ofrece ventajas técnicas y económicas decisivas para su proyecto de construcción:
- Máxima resistencia a la tracción adhesiva: Al eliminar las capas que no soportan carga (por ejemplo, piel de cemento, revestimientos antiguos, suciedad) y crear una rugosidad superficial definida (aumentando la superficie), la adherencia de los sistemas posteriores mejora notablemente. Este es un requisito básico para su longevidad y evita la delaminación.
- Garantizar la uniformidad: el fresado y el lijado en particular permiten corregir las irregularidades de acuerdo con las especificaciones de tolerancia (por ejemplo, según la norma DIN 18202). Esto es fundamental para la instalación de baldosas de gran formato, parquet o la aplicación de revestimientos autonivelantes.
- Calidad superficial definida: En función de los requisitos de los oficios posteriores, la rugosidad (profundidad de rugosidad) y la porosidad abierta del sustrato pueden ajustarse específicamente a fin de crear unas condiciones de adherencia óptimas para la preparación del revestimiento del suelo.
- Eficacia y fiabilidad del proceso: en comparación con los métodos manuales, los métodos mecánicos suelen ser más rápidos y permiten obtener resultados reproducibles y homogéneos en grandes superficies. Esto minimiza el riesgo de defectos y las consiguientes reclamaciones durante la renovación del sustrato.
- Eliminación de sustancias nocivas: la contaminación o los materiales antiguos inadecuados se eliminan de forma segura, garantizando la compatibilidad con el nuevo sistema y evitando posibles reacciones químicas.
Garantía de calidad mediante la preparación profesional
La preparación mecánica del sustrato mediante fresado, lijado y granallado es una parte indispensable de los proyectos de construcción orientados a la calidad. Crea la base técnica para el funcionamiento y la estética duraderos de los revestimientos y recubrimientos de suelos. Para los arquitectos y propietarios de edificios, invertir en una preparación profesional de los suelos significa asegurar la calidad de la construcción, minimizar los riesgos y, en última instancia, garantizar la longevidad de toda la estructura. La elección del proceso adecuado y su ejecución profesional son decisivas para el éxito.
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Preguntas más frecuentes (FAQ)
Fresado: Gran arranque de viruta. Rectificado: Alisado, preparación fina. Granallado: Preparación de hormigón/escombros (adherencia óptima). Elección exacta tras inspección del objeto.
Garantiza la adherencia, uniformidad y durabilidad del nuevo pavimento/revestimiento. Evita los costosos daños derivados.
Las máquinas modernas con extracción potente minimizan el polvo. El granallado está prácticamente exento de polvo.
En función de la zona, el proceso y el estado. Hora exacta tras la revisión del proyecto.